Por: Lilihana Lara Arévalo
Tienes la preparación, el discurso, la experiencia, la presencia y los estudios. Pero, ¿tu cuerpo lo sabe, o mejor dicho, lo hace notar?
Estudios demuestran que el 55 % de la comunicación verbal está en el lenguaje corporal. Tu cuerpo y sus movimientos son los que proyectan seguridad, mucho más que tu tono de voz o lo que dices. ¿Un saludo de manos débil? ¿No respiras? ¿No sonríes? ¿Sonríes demasiado? ¿Eres sobreexpresivo?
Los siguientes tips te ayudarán a mejorar tu lenguaje corporal y conseguir ese ansiado puesto de trabajo.
Antes de la entrevista
¿Crees que la evaluación empieza cuando te presentas? La respuesta es no. Un buen gerente de recursos humanos toma en cuenta cada detalle, incluso tu actitud mientras esperas.
Muestra tu confianza en ti mismo con una buena postura. Mantén la espalda derecha y tu barbilla paralela al suelo. No la recargues en tu pecho pues demuestra desinterés.
Si estás sentado, ubica tu carpeta de archivos a la derecha de tu silla. Esto reducirá esos momentos incómodos cuando finalmente conoces a tu empleador y debes apretar su mano.
El apretón de manos
Practica con un amigo tu apretón de manos. Ese sencillo acto dice mucho de ti.
Lo harás con tu mano izquierda. Ofrécela con la palma ligeramente apuntando hacia arriba para que la mano del empleador cubra la tuya. Esto es una señal del estatus que él tiene. Muévela con firmeza, pero no exageres. No estás preparando un trago.
Nunca cubras la mano del otro con tu otra mano. Esto puede interpretarse como una señal de que eres una persona dominante.
Apoya tu cuerpo en la silla
Mientras conversas con el reclutador, siéntate con una postura firme y echa tu espalda contra el respaldo de la silla.
Mantén contacto visual
Hacer contacto visual con el reclutador le demuestra que eres una persona en la que se puede confiar. Eso sí, no lo hagas con excesiva persistencia pues puede considerarse como una intento de intimidación. Míralo, pero también mira alrededor.
No cruces las piernas
Expertos sugieren no cruzar las piernas durante la entrevista. Si el encuentro se torna muy larga, es probable que se te duerma la extremidad donde apoyas el peso de la otra, debas cambiar de posición y distraigas tu atención y la del entrevistador.
Deja que tus manos hablen
Si no sabes qué hacer con tus manos mientras conversas con el empleador, úsalas para gesticular mientras hablas. Las manos ocultas expresan ansiedad y desconfianza. Muestra las tuyas sin miedo.
Confía en ti mismo. ¡El puesto es tuyo!
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