La frecuencia anti drones

Por Francisco Jódar

Tres empresas británicas desarrollan un dispositivo para neutralizar aeronaves no tripuladas que sobrevuelen espacios no autorizados.

Los drones nacieron para espiar y matar. Estos vehículos aéreos pilotados a distancia, de pequeño tamaño y dotados de cámaras, GPS y sensores de todo tipo, fueron desarrollados por los militares –con los de EE. UU a la cabeza– para usarse en misiones de espionaje o bombardear con precisión objetivos muy determinados: por ejemplo, líderes enemigos difícilmente localizables. 

Como suele pasar, esta tecnología ha pasado a la vida civil, donde no cesa de encontrar aplicaciones: rescate de personas, investigación científica, control de incendios, ocio… Es la invasión de los drones, que empieza a resultar molesta –e incluso peligrosa– en ciertos lugares. Por ejemplo, ¿qué pasa si un aficionado a estos aparatos pilota el suyo en el espacio aéreo de un aeropuerto?

Para neutralizar riesgos como ese o acabar con las intrusiones malintencionadas, tres empresas británicas han creado un dispositivo que “congela” a los drones en pleno vuelo. El invento, denominado Anti-UAV Defense System (AUDS), funciona emitiendo una señal de radio en la misma frecuencia que la que controla al dron, lo que deja a este sin respuesta a las órdenes de su piloto.

Los operadores del AUDS deciden si esa “congelación” del intruso es temporal –para persuadir a su dueño de que algo va mal y debe retirarlo– o permanente, lo que resultará en un agotamiento de la batería del aparato y su caída al suelo. 

Según las tres firmas participantes en el proyecto – Enterprise Control Systems, Blighter Surveillance Systems y Chess Dynamics–, todo el proceso desde que se detecta un dron no deseado hasta que se inutiliza lleva unos 25 segundos. El radar del AUDS descubre al intruso, que es seguido por una cámara térmica; para terminar, se “dispara” la señal de radio que altera la respuesta del aparato.


Este sistema se ha probado ya en el Reino Unido, EE. UU. y Francia, con el conocimiento y apoyo de instituciones gubernamentales, interesadas en sus posibilidades, sobre todo las relacionadas con la seguridad del tráfico aéreo (solo en EE. UU se dan unos 100 casos mensuales de pilotos que informan del avistamiento de drones en un radio de 5 millas alrededor de su aeronave).

Información: Muy interesante 

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