¿Le lees a tu hijo un cuento antes de dormir?


“Esto es algo que las personas han hecho desde los días en que la gente se sentaba alrededor de pedernales y fogatas a dormir la siesta. Dejarlo de hacer ahora es romper una gran cadena de nuestro ser”.

La importancia de que los niños lean es obvia, aprenden la lengua, a expresarse, resalta su creatividad e incluso les regala un increíble pasatiempo. Sin embargo, también es clave que los padres les lean cuentos antes de dormir. Esta tradición infantil está en peligro grave, ya que expertos advierten que los padres de hoy no se están tomando el tiempo de leerle a sus hijos después de la jornada de trabajo o antes de que se duerman. Han dejado de leerles a una muy temprana edad.

“Los padres llevan una vida muy, muy ocupada. Vivimos en un mundo donde los padres están haciendo malabarismos con el trabajo y la vida familiar. Muchos están trabajando varios turnos y hay un montón de presión sobre las familias. La gente está aumentando sus horas de trabajo”, dijo Diana Gerald, directora ejecutiva de Book Trust, una organización que anima a los niños y a las familias a disfrutar de los libros y desarrollar sus habilidades de lectura.

Una encuesta reciente hecha por YouGov para la editorial para niños Scholastic reveló que muchos padres dejan de leerle a sus hijos cuando estos aprenden a leer. El estudio encontró que el 83% de los niños gustaba que le lean en voz alta y un 68% describía esto como un tiempo especial con sus padres. “Se sentía tan cálido, levantaba el espíritu”, dijo un niño de 11 años.

Uno de cada cinco padres encuestados dejaron de leerle en voz alta a sus hijos antes de los nueve años, y casi un tercio de los niños de seis a once, cuyos padres habían dejado de leer en voz alta, querían que lo sigan haciendo. Frank Cottrell Boyce, escritor que ganó el premio Carnegie en 2004 por su libro para niños Millones (Millions) estaba devastado con esta estadística.“La alegría de un cuento antes de dormir es la clave para desarrollar un amor por la lectura en los niños”, dice Boyce. Según su experiencia es mucho más importante esto que las clases de alfabetización en el colegio que “pueden ser una experiencia muy negativa” sobre todo si en la clase están experimentando sus primeras lecturas.

“Se les enseña a leer antes de que alguien comparta con ellos el placer de leer. ¿Así que cuál es la motivación que tienen para aprender? Incluso quienes alcanzan altos niveles de “alfabetización” (sea lo que sea) se encuentran en peligro de hacerlo si no experimentan la razón de la lectura”.

-Frank Cottrel Boyce-


Otra encuesta realizada por Settle Stories, una organización inglesa de arte y patrimonio, hecha a más de dos mil padres con hijos de 4 a 10 años descubrió que sólo el 4% lee cuentos antes de dormir todas las noches y que un 69% no tiene tiempo de hacerlo. Otro estudio hecho por TomTom encontró que, entre mil padres con hijos de 1 a 10, un 34% nunca leyeron un cuento o historia a su hijo. 29% culpaba lo tarde que salía del trabajo y un 26% culpó a los desplazamientos diarios.

“Los padres entendieron el mensaje de que necesitan leerle a sus hijos hasta la edad entre 5 o 6 años. Lo que es muy interesante [es que] a medida que los niños adquieren las habilidades para leer por sí solos,  ellos dan un pie atrás. Cuando los padres pararon, los niños querían que ellos continuaran. Ellos pensaban que era un momento realmente especial con sus padres y lo sentían como algo positivo”.

-Catherine Bell, gerente de Scholastic-

El autor para niños Michael Rosen es mucho más categórico aún. Dice que sus padres siempre le leyeron durante toda su infancia. Incluso durante la adolescencia sus padres le leían novelas como “El guardián entre el centeno” (The Catcher in the Rye). Para él, que los niños tengan televisión en la habitación mató esta tradición. John Boyne, autor del best-seller El niño con el pijama de rayas lo ve por otro lado.

“He crecido menos preocupado de como los jóvenes real y más fanático de sólo hacer que lean. Si leen con sus padres o lejos de ellos, en pantallas electrónicas o en papel, no parece tan importante ahora”.

-John Boyne-

El escritor Cottrell Boyce, sin embargo, es muy apasionado acerca de preservar el cuento antes de dormir y cree que es una tradición inmemorial que no se debe perder:

“Las grandes ideas provienen de gente que es capaz de llevar todo su ser emocional, así como racional, su memoria  y su lógica para influir en problemas. Las historias antes de dormir entregan a la lectura una profundidad emocional. ¿Por qué habría de detenerse? Esto es algo que las personas han hecho desde los días en que la gente se sentaba alrededor de pedernales y fogatas a dormir la siesta. Dejarlo de hacer ahora es romper una gran cadena de nuestro ser”.


Este artículo es una adaptación al español de la nota hecha por Sally Weale para el diario inglés The Guardian.

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