Arquitectura orgánica de Javier Senosiain, ¡conócela!


Por Aura Pérez

¿Te imaginas el nido de una serpiente gigante? Justamente eso es lo que visitamos en los terrenos del arquitecto Javier Senosiain, quien desde 1980 reflejó su interés por la arquitectura orgánica, o bioarquitectura, que mezcla la naturaleza con las majestuosas construcciones que ha edificado en varios lugares del país y del mundo.

Tuvimos la oportunidad de visitar el Nido de Quetzalcóatl, lugar escondido en el Estado de México, donde se encuentra esta extensión del proyecto de arquitectura orgánica; cuenta con un espacio para cultivo y conservación de plantas de todo tipo, colores y olores.

Preparamos algunas fotografías con sus mejores trabajos, te sentirás en un mundo irreal, una utopía ecológica para los amantes del medio ambiente, pero también una construcción futurista, casi como de Los Supersónicos.


A medida que desciendes, el terreno comienza a tornarse más verde y colorido; actualmente se está construyendo un parque público, el cual se encargará de promover el cuidado de la naturaleza, la arquitectura sustentable y será un lugar de aprendizaje para chicos y grandes, habrá clases de botánica, hortalizas y muchas otras actividades relacionadas con el medio ambiente.

Actualmente, en el terreno cuentan con una cueva natural que fue adaptada para ofrecer pláticas a estudiantes de diferentes grados; el tema de la guarida es Los Minerales, con un ejemplo de los minerales más relevantes del planeta tierra, además de una tablet gigante donde aprenderás más sobre ellos.

Para las construcciones, el arquitecto Senosiain utiliza principalmente materiales como: ferrocemento, conchas, maderas, celulosa, fibra natural, piedras, periódico reciclado e incluso mezclilla. Todo el diseño de jardinería, botánica y arquitectura está a su cargo. Dentro del complejo trabaja don Rubén, quien fue nuestro guía durante el paseo.


La arquitectura orgánica de Javier Senosiain

Para 1985 ya vivía en La casa orgánica, su primer proyecto que se basaba en la idea de retomar las guaridas de los animales, algunas cuevas y montículos de la zona boscosa para evocar una guarida o casa. Así comenzaría su aventura en la arquitectura orgánica.

Actualmente, el arquitecto vive en El Tiburón, conjunto que construyó en 1990, una casa orgánica, como él la llama, donde se tiene una vista al Parque Nacional de los Remedios y cuenta con una terraza semicubierta.


Dentro del Nido de Quetzalcóatl se encuentra un tubo de 130 metros de largo donde hay 10 departamentos, todos diseñados a detalle, incluidos todos los aspectos climáticos (regulación de temperatura), de iluminación, decoración y amueblado, todo está perfectamente calculado por el arquitecto, quien también “mete mano” en estos asuntos estéticos.


Algunas de sus piezas más destacadas son el Nautilus, la Ballena Mexicana, la Casa Flor, el Conjunto Satélite y el Nido de Quetzalcóatl. Además de el Sarape y Sombrero, pieza que hizo especialmente para la tumba de José Alfredo Jiménez.


¿Te gustaría vivir en uno de estos departamentos? Nosotros los amamos, estar dentro de uno y poder ver el paisaje al que tienen acceso es indescriptible. No podemos hacer una nota más larga, pero te recomendamos que visites la página del arquitecto Senosiain: http://www.arquitecturaorganica.com/


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