Instrucciones para identificar a los grandes maestros del arte en México


Por Julieta Sanguino

¿Conoces a los grandes pintores mexicanos y sabes cómo reconocerlos? En realidad, cada uno tiene una técnica completamente distinta, sus temáticas eran diferentes y aquello que los motivaba para crear su arte era, tal vez, el signo más distintivo de sus obras.


En la época del muralismo, por ejemplo, muchos tienden a confundir las obras de Diego, Siqueiros, Orozco y si existe algún otro muralista, ni siquiera lo mencionan porque consideran que sólo existen tres: los sublimes, los exquisitos, los que siempre pintaron juntos. Y tal vez esta aseveración es la más equivocada de todas, cada uno creó diferentes motivaciones y técnicas para hacer de su arte algo distinto al del otro.

En este conteo sólo se mencionarán los artistas nacidos en México, por lo que es evidente la ausencia de artistas como Remedios Varo y Leonora Carrington.

Así, el arte en México siempre se ha basado en el cruce de culturas, de mestizaje y un indigenismo bien arraigado, pero muchos pintores innovaron, tuvieron técnicas que nadie imaginó y sus temáticas fueron un pretexto para explorar vanguardias, ideas y eso que logró, en algún otro momento, romper paradigmas. 

Te presentamos algunos de ellos y cómo distinguirlos.

Dr. Atl


Nacido en Guadalajara, el verdadero nombre del Dr. Atl es Gerardo Murillo Cornado, gran maestro de los muralistas mexicanos que creó su propio material para pintar: el Atl-color, basado en tizas de resina, cera y pigmento.

Si ves paisajes de montañas y volcanes que parecen pintados con un tipo de material muy similar a la crayola, es muy probable que se trate del Dr. Atl. 

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Tiene gran influencia de la pintura europea, sobre todo en los desnudos que realizó, que recuerdan al Impresionismo francés y los divisionistas.

Amante de los volcanes, la mayoría de sus cuadros los poseen y en los autorretratos, un hombre de nulo cabello y una larga barba blanca siempre aparece.

Rufino Tamayo


En los cuadros de Tamayo no existe el relato, sino que sus pinturas son hechas de luz, color y materia. Si observas una, nunca debes preguntar qué quiso decir, sino admirar la técnica y la obra en sí. 

Integró la herencia precolombina autóctona, la experimentación y las tendencias plásticas de las diferentes vanguardias. Siempre pensaba en el arte contemporáneo y comenzó a deformar las cosas sin olvidar nunca el arte prehispánico que, según el pintor, tenía una libertad absoluta en cuanto a proporciones. 


Tiene un estilo más primitivo, pero siempre con la unión entre mexicanidad y modernidad. 

Pintó naturalezas muertas y paisajes urbanos, creó la técnica de mixografía, que emplea la impresión sobre papel para dar profundidad y textura a las pinturas.

Le interesaba el color y cómo brillaba éste en el lienzo, por lo que nunca basó su obra en murales como sus contemporáneos. De hecho, para Tamayo el color debía tener un sentido y obedecer a un sistema de ideas. Con su mixografía y distintos tonos, logró hacer una “emulación competitiva entre las texturas y los cromatismos”.

María Izquierdo


Fue la primera pintora mexicana que expuso en el extranjero y aunque su arte ha sido olvidado por políticas gubernamentales, ella es una de las fundadoras de la pintura contemporánea.

A diferencia de artistas nacionalistas, Izquierdo tiene grandes momentos en su arte que están marcados por lo que vivía. Al principio parecía un Impresionismo tardío concatenado con experimentos cubistas y estridentistas en los que cuidaba con suma atención las formas y el espacio. 

Más tarde, Izquierdo tuvo gran influencia de las pinturas metafísicas italianas de Giorgio Chirico con reflexiones existenciales más allá de las apariencias. Estaba muy interesada en movimientos vanguardistas para renovar el arte y la metafísica de Chirrico la hace crear escenas insólitas, ruinas abandonadas, estatuas mutiladas y desnudos femeninos con cuerpos firmes.


Cuando se le dio el título de embajadora cultural de México, Izquierdo centró sus energías en pintar bodegones y alacenas con elementos del arte popular sin caer en lo folclórico, sino más bien, mostrando una nueva manera de no olvidar las raíces pero intentar nuevas representaciones y motivar la reflexión.

Buscó siempre nuevos lenguajes plásticos y en algunas de sus obras también expresó sus inquietudes de género. 

Su temática fue variada, por lo que ésta no es un gran factor para distinguir su obra; siempre experimentaba: a veces con paisajes, el género en la pintura mexicana, la metafísica y el autorretrato. 

Colores intensos y puros, explora en composiciones sencillas las calidades materias y el color. 
   
Rufino Tamayo fue su gran influencia, por lo que en muchos de sus cuadros la técnica y temática llegan a confundirse. 

Frida Kahlo


Frida Kahlo es tal vez una de las artistas más reconocidas de la pintura mexicana. A diferencia de muchos, sus cuadros se convirtieron en una escapatoria clara de aquellos años de luchas constantes entre hospitales para curar su columna y las decepciones amorosas que sufrió gracias a su esposo.


La mayoría de sus obras son autorretratos y tienen elementos metafísicos que muchos asociaron con el Surrealismo. Su estilo se basa en el arte popular mexicano, pero se unen con el Expresionismo para plasmar su vida en el lienzo.

Saturnino Herrán 


Saturnino Herrán es uno de los grandes pintores mexicanos, pero a diferencia de los otros, quienes tuvieron una influencia clara de la pintura europea, Herrán se basó en el pueblo mexicano para crear obras antes del muralismo.


Su obra siempre estuvo plagada de temas simbolistas que conjugó con las tradiciones indígenas. 

Influido por pintores españoles como Zuluoga y Sorolla, el Modernismo europeo y el Simbolismo, su obra ha sido calificada como modernista-costumbrista. 

José Clemente Orozco


Uno de los muralistas mexicanos más populares. Hacía, evidentemente, murales, pero también retratos, composiciones y dibujos. 

Realizaba sus pinturas de manera antigua: con una mezcla de temple y óleo. (El temple es una técnica que utilizaron los pintores medievales). Por eso todos sus murales están ligados a la pintura al fresco de los florentinos. 


No le importaba el color, sino plasmar en los muros mundos de agonía y angustias referentes al dolor humano. Por lo que a través de colores disonantes como grises, blancos, azules, amarillos y verdes, siempre podrás ver un mundo oprimido y opresivo, denso, aguerrido y desgarrado.

Diego Rivera


Su primer viaje Italia lo hizo conocer a los grandes maestros del Renacimiento italiano, sus técnicas y materiales del fresco. Cuando comenzó a experimentar con el muralismo mexicano tomó las técnicas renacentistas, las combinó con otros materiales como mezclas de cemento y pigmentos sintéticos. Diego Rivera inventó los “murales portátiles”, tableros independientes al fresco con un armazón de acero y cemento, según el MoMA.

Sus murales tenían cuatro capas y se inspiraba en sus ideologías, las obras de otros artistas y las influencias culturales y políticas que tenía. José Guadalupe Posada fue su máxima influencia, pero sin duda Goya, El Greco y Picasso también lo fueron.


Como es bien sabido, Diego al principio mezclaba el arte popular mexicano con la influencia europea, más tarde tomó los postulados cubistas y realizó diferentes trabajos bajo esta corriente.

Exploraba ideologías sociales, políticas y religiosas. En sus murales exploró el mundo indígena y el de esa época de manera romántica para educar a la población.

Fundó la mexicanidad y siempre empleó imágenes amplias y robustas.

David Alfaro Siqueiros


Su técnica y pintura fue una de las más experimentales de la época. Siqueiros aplicó asbesto a la mezcla de sus pinturas para darle más textura y conseguir gruesos empastes. 

Utilizaba materiales modernos como pigmentos industriales de manera no convencional. Pistolas de aire en lugar de pinceles para darle a su obra el acabado que deseaba, inigualable y bastante texturizado, pistola para cemento, soplete de gasolina u oxigeno, el proyector eléctrico y el mortero de cemento previamente colado.

Era sin duda el muralista más revolucionario de todos.


Sus murales se convirtieron en realidades escenográficas en las que el espectador formaba parte para hacerlos dinámicos. 

Fue con su técnica poliangular que aplicó técnicas para adaptar composiciones de la arquitectura. Con las líneas de tensión del maquinismo de los futuristas y la misma estructura reticular que utilizaban los estudios de animación Disney, Siqueiros definía geométricamente los puntos focales mientras tomaba en cuenta los recorridos futuros que harían los espectadores.  

Manuel Felguérez


A diferencia de todos los pintores del muralismo mexicano, Felguérez comenzó a experimentar con el cubismo, las figuras geométricas y una línea curva que poco a poco formaba figuras. 


Más tarde se convirtió en uno de los únicos pintores abstractos mexicanos, fue el precursor del movimiento en México y quien rompió con lo que se hacía anteriormente. 

Más tarde comenzó a romper equilibrios geométricos para hacerlo con un solo color o color exclusivo.

Agustín Lazo


Es considerado como el menos mexicano de los pintores mexicanos. 

No se basó en la academia, sino que su trazo y perspectiva surgen de la intuición, sobre todo de la vida de pueblo y la religión.

Utiliza colores estridentes y las figuras son planas y de carácter ingenuo. 


Pinta anécdotas pero es un arte impersonal.

La obra de Lazo no se confunde con la de ningún otro pintor y siempre nos muestra algo inesperado que de manera bastante extraña ha llegado a ese lugar.


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