29 errores que cometes con tu dinero y agenda cuando viajas



Por Eduardo Limón

Si eres de quienes confunden viajar con vacacionar o explorar, tenemos un grave problema.
Sería imposible e injusto que ahora tratáramos de explicar detalladamente en qué consiste cada una de esas acepciones, que caracterizáramos de botepronto cada verbo; entonces, es más sencillo para todos el marcar una sola y clara distinción entre estos: la actitud. Una postura que difiere de concepto a concepto en cuanto a traslado, emoción e intereses. 

Nunca mejor o peor de acuerdo con el contexto. Sin embargo, a veces más profunda, a veces más ligera y sin complicaciones. Es así que también la metodología cambia de un momento a otro y se da cabida de tal manera al mochilazo, buscar destinos lujosos, alojamientos exactos, oportunidades de trabajo y estudio o experiencias fuera de lo común.

Exactamente en esa confusión de nomenclaturas o definiciones es que otro tipo de errores siempre saltan a la vista. Puede ser de naturaleza transportista como elegir equivocadamente un boleto de avión o bus, quizá ir en solitario hacia un sitio que se disfrutaría más en compañía o viceversa, y de organización para ese sinfín de tareas e intereses que engloban el destino elegido.

Estas fallas  son más frecuentes en los viajes de corto presupuesto o que se han planeado específicamente para la aventura y se relacionan con la manera en que gastamos u organizamos la agenda. Así que, prestemos atención y no permitamos que los siguientes puntos se conviertan en realidad al tomar nuestra mochila o maleta.

29. Gastar en souvenirs desde el primer día de recorrido.

28. Armar un itinerario sumamente ambicioso.

27. Empacar cosas innecesarias y burdas que sólo sumen peso a nuestros traslados y gastos de emergencia.

26. No empacar cosas verdaderamente útiles como cinta adhesiva o una navaja suiza y después sufrir ante la ventaja de los vendedores.

25. Creer ciegamente en las indicaciones del primer locatario al que le pedimos ayuda, gastando más después en transportes.

24. Ignorar por completo la opinión de los nativos por querer ahorrar.

23. Depender totalmente de las guías para viajero y seguir solamente sus instrucciones, aceptando rutas que terminarán por costarte más de lo esperado.

22. Olvidarse del presupuesto y no llevar las cuentas.

21. No respaldar tus fotografías o perder las tarjetas de memoria y comprar de último momento más dispositivos.

20. O tomar fotos de absolutamente todo y adquirir innecesarias memorias digitales. Hay lugares para capturar el momento y otros simplemente para vivirse.

19. Agendar vuelos o traslados con muy poco intervalo de tiempo. Mucha gente pierde así grandes oportunidades y dinero.

18. No confirmar reservaciones o guías. Suena torpe, pero es más torpe llegar a una ciudad donde no tienes habitación y verte en la necesidad de aceptar cualquier habitación a cualquier precio.

17. No adquirir un seguro de viajero. Sobre todo si vas a un país que no se caracteriza por su seguridad. Hay inversiones que sí valen la pena.

16. No notificar al banco sobre tus futuros gastos en el extranjero y padecer lejos de casa un bloqueo de tarjetas.

15. No tomar en cuenta el cambio de horarios por zona y sus consecuencias en tu cansancio o agenda.

14. No llevar copias de tu documentación importante.

13. O en caso de hacerlo, no llevarla enmicada si está en formato físico o respaldada en una nube si lo guardaste en algún formato digital.

12. Hacer tu cambio de moneda en cantidades exorbitantes durante tu estancia en casa. Siempre es mejor llegar a los destinos y consultar tus opciones en cajeros ATM o en los kioskos del aeropuerto.

11. Llegar al aeropuerto incorrecto. Eso sucede con más frecuencia de lo que creemos en lugares enormes, ocasionando gastos de urgencia.

10. Apegarse al guía turístico sin opciones para la improvisación o la búsqueda de mejores precios.

9. O dejarse llevar siempre por el instinto y terminar en lugares inesperados o peligrosos. Está bien ser aventurero, pero vale más averiguar un poco antes que arriesgarte.

8. Comprar y comprar nimiedades. A todos nos ha pasado, pero gastar en pequeños gustos o antojos sobrados tiene peores consecuencias de lo imaginado.

7. Guardar todo tu dinero en un solo lugar,

6. O no llevar nada de efectivo y depender absolutamente de los plásticos.

5. Desconocer los impuestos por cargos en el extranjero en tu banco y entrar a cuanta tienda se te ponga enfrente.

4. No averiguar absolutamente nada del lugar al que te diriges y dejarte llevar por el momento o los cobros más tontos.

3. Beber mucho. Quizá suene aburrido, pero recuerda que en tal estado te expones totalmente y no puedes tener control sobre tu billetera.

2. Enojarte (por alguna tontería) y que esto sea exageradamente notorio frente a los demás. Recuerda que tú no eres de allí y que el resto de los presentes están en su propia tierra.

1. Tener expectativas poco realistas y desear en todo momento un viaje de revista.

Viajar no es cosa sencilla. Eso lo sabemos. Pero mantengamos la cabeza fría y preparemos nuestro pensamiento listo para cualquier cosa, buena o mala. En el camino te encontrarás mil y un recomendaciones o cientos de consejos, sólo enfócate en lo que de verdad vale la pena y nunca te despegues de la realidad. 


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