¿Qué pedir para comer como un experto en los principales destinos del mundo?



Por Alejandro López 

Ningún viaje está completo sin una experiencia gastronómica. Para los turistas y principiantes, la comida pasa a segundo término y son únicamente las atracciones y museos los protagonistas de una aventura; sin embargo, entre todas las formas en que se desarrolla la cultura, los platillos típicos de cada región juegan un papel imprescindible en toda expedición a un sitio nunca antes visitado.

No basta con recorrer los Campos Elíseos, subir la Torre Eiffel y tomar un paseo por el Sena mientras cae la tarde, ni siquiera con visitar sala por sala del Louvre, subir a pie el Arco del Triunfo o recorrer Montmartre a media noche: sumergirte en los restaurantes que ofrecen auténtica comida parisina es una parte tan importante como tomarte una fotografía sosteniendo las pirámides del Louvre en la palma de tu mano. 

Descubre qué pedir y los sitios a evitar para comer como un conocedor de la cocina internacional en algunos de los destinos más importantes del mundo:

Ciudad de México

La gastronomía de la capital de México es variada y distinta a lo que pueda comerse en un restaurante foráneo de “comida mexicana”. Olvida los burritos y nachos con carne y concéntrate en platos realmente típicos del país: pide pozole, cochinita pibil, mole o quesadillas. No pretendas encontrar un restaurante de comida mexicana real en Chapultepec, Teotihuacán o sobre la avenida Reforma. De bebida la cerveza mexicana, el agua de horchata, jamaica, -tamarindo y si eres de buen estómago-, prueba con el pulque.

Nueva York

Contrario a lo que muchos turistas despistados creen, Nueva York no sólo es comida rápida. Se trata de la ciudad con mayor oferta gastronómica del mundo, gracias a su carácter cosmopolita y el sinfín de nacionalidades que a diario reinventan la cultura en la capital del mundo. No pretendas comer en el SoHo o Chelsea a menos que quieras despilfarrar tu presupuesto. Camina por Little Italy y prueba una pizza siciliana con el vino de la casa, lo mismo con las especialidades propias del barrio coreano, chino y los restaurantes japoneses, tailandeses e indios. 

Madrid

Dos de los errores gastronómicos más comunes en Madrid es comer en un sitio de la Plaza Mayor la “verdadera paella española” o atiborrarse de tapas sin encontrar una que satisfaga tu hambre. Lo mejor para comer en la capital española son los callos a la madrileña o el cocido, acompañados de vino de la casa (por lo general en las ciudades europeas, se trata de una regla de oro en relación calidad/precio). Si viajas a finales de mayo, tendrás la oportunidad de probar las especialidades gastronómicas de la feria de San Isidro.

París

Es muy fácil dejarse llevar por la irresistible magia que evoca la Ciudad Luz, pero eso no significa ser presa fácil de los cazaturistas y medio comer en un bistrot en Tullerías o sobre los Campos Elíseos a precios estratosféricos. En París pregunta por los caracoles, la sopa de cebolla por las mañanas, las quiches y el confit de pato. Los restaurantes ofrecen comidas completas, mientras los bistrot son cafés con bocadillos y las patisseries ofrecen repostería francesa.

Londres

Aunque muchos especialistas gastronómicos coinciden en que el Reino Unido carece de un platillo que identifique su comida por excelencia, debes probar el curry que ofrecen los restaurantes cercanos a Brick Lane, en el barrio de Tower Hamlets. El curry es considerado por los ingleses como un platillo especial y acostumbran comerlo en celebraciones y eventos conmemorativos, todo acompañado por cerveza. Por más extraño que sea, debes visitar un pub inglés y pedir el clásico english breakfast: pan tostado, tomates fritos, salchicha o tocino, frijoles dulces y huevos.

Descubre tu pasión por el buen comer y comienza a ver a los alimentos como un placer y no como una acción automática para mantener el cuerpo con combustible como si se tratara de cualquier vehículo. 


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