India declara que los ríos Yamuna y Ganges tienen los mismos derechos que los seres humanos



Por: Angeline Saadoun

India es uno de los países más contaminados del mundo entero. De hecho, el 80 % de la superficie de agua del país está contaminada, y la gran contribución a esta contaminación proviene de los hogares mismos. 

En Nueva Delhi, la pelea contra la polución está latente hace ya varias décadas, aunque ya alcanzó un nivel del cual difícilmente se pueda volver atrás. De todos modos, cualquier medida que busque generar mayor conciencia en el ser humano para cuidar y proteger el océano contribuye poco a poco, a cambiar la mentalidad de las próximas generaciones. 

Recientemente, en el estado Uttarakhand se declaró que los ríos Yamuna y Ganges son entidades vivas, y como tales deben ser respetadas. 

El tribunal decidió tomar medidas extraordinarias ya que los ríos están comenzando a morir. Para preservarlos y frenar la constante contaminación del agua se resolvió que pasarían a ser considerados como entidades vivas. 

Ambos ríos son muy populares en la religión Hindú y son considerados sagrados, ya que sustentan a la comunidad local tanto física como espiritualmente. 

Varias políticas y campañas fueron realizada con el propósito de devolver al río su calidad, pero sin muchos resultados aparentes. Tal como lo explica Suresh Kumar Rohilla, del Centro NGO de Ciencia y Medio Ambiente, cualquier esfuerzo por mejorar la calidad del agua en estos ríos es más que bienvenido. 

El segundo río en el mundo en tener derechos  

Esta decisión acompañó a la decisión que se tomó en Nueva Zelanda de que el río Whanganui sea el primero en el mundo en tener derechos humanos.

La comunidad Maorí ha luchando durante 160 años para que su relación con los ríos sea reconocida, tal como lo dice el célebre dicho maorí: «Yo soy el río y el río soy yo». Tras la solicitud del reconocimiento del río como una persona más, la tribu nunca se rindió y varías décadas más tarde obtuvo lo que quería. 

Actualmente, el río es una persona jurídica que tiene derechos inherentes. Además, no habrá diferencia entre perjudicar al río o a un integrante de la tribu maorí, el río es un integrante más. 

Lo mismo se obtuvo en India, dónde el río también tiene un significado importante para el hinduismo. 

Más allá de ser una decisión que busca en principio reconocer la importancia de estos ríos en religiones o tribus, también es una estrategia para comenzar realmente a respetar a la naturaleza.

¡Que la Ley los ampare a ellos también! 


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