Una nueva investigación busca revelar quién traicionó a Ana Frank



Por: Vicente Rendón

¿Quién traicionó a Ana Frank y a su familia? Durante décadas diversos historiadores, escritores y periodistas han intentado responder a esta simple pregunta, pero ninguno ha logrado encontrar una respuesta concreta.

Ana Frank y su familia eran judíos alemanes que huyeron del Tercer Reich en los años 30, cuando la presión sobre ellos, impulsada por Hitler, se había convertido en un infierno. Ana y su familia lograron llegar e instalarse en Holanda, pero este país cayó bajo los nazis en 1940 y el fantasma de la persecución antisemita los volvió a alcanzar.

Después de un tiempo huyendo, la familia de Ana logró ocultarse, junto a otro matrimonio y un dentista -todos judíos alemanes-, hasta que una denuncia los hizo caer en manos de los nazis. Después de la Segunda Guerra Mundial, los soldados estadounidenses reunieron toda la información disponible y la enviaron a Estados Unidos.

Uno de esos documentos es El diario de Ana Frank, publicado en 1947. Este se ha convertido en todo símbolo de la lucha por la vida contra el horror del nazismo. Fue escrito por la joven judía mientras estuvo escondida junto a su familia, entre 1942 y 1944, detrás de lo que fue el almacén de su padre en la ciudad de Ámsterdam.

A pesar de que han pasado décadas de aquella historia, un agente jubilado del FBI se ha puesto ahora al mando de un equipo internacional de expertos para buscar, usando técnicas policiales, nuevas pistas que permitan identificar al traidor que vendió la vida de Ana Frank.

El exagente Vince Pankoke, de 59 años, está tratando de resolver la histórica pregunta y la más frecuente entre los visitantes del Museo Casa de Ana Frank en Ámsterdam: la fuente que informó y permitió a los nazis descubrir en 1944 el escondite de los Frank en la calle Prinsengracht de la capital holandesa.

La investigación luce complicada pues los intentos anteriores no arrojaron grandes resultados, pero este equipo, compuesto por expertos procedentes de diferentes partes del mundo, ha asegurado que usara información privilegiada de archivos históricos de otros países para encontrar las respuestas.

Algunos de esos documentos son los encontrados por militares estadounidenses en Holanda, mismos que están en un archivo con el que Pankoke ha pasado horas en los últimos meses en busca de pistas. Hasta el momento se ha descubierto una lista de informantes de los alemanes en Ámsterdam.

En el equipo de 19 personas hay criminólogos, historiadores, periodistas e informáticos, así como un exjefe de la unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI, Roger Depue. El gobierno de Holanda también ha brindado su apoyo en este estudio, permitiendo el acceso al Archivo Nacional de los Países Bajos, el instituto de guerra, los informes sobre el holocausto y el genocidio y el Ayuntamiento de Ámsterdam.

«Hay tanta información disponible, de archivos y viejas búsquedas, que para un ser humano es difícil de vincular y analizar, pero con buenos programas de ordenador se puede hacer, se pueden analizar y hacer conexiones», aseguró Pankoke a la prensa holandesa.


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